El embarazo, sus verdades y mentiras

Es cierto, la mujer embarazada está más sensible. A medida que su cuerpo se transforma empiezan a surgir los miedos, no sabe cómo tiene que cuidarse conforme a su nueva condición. Escucha comentarios de las personas de su entorno que le dicen, entre otras, que si su madre tuvo un mal parto es muy probable que a ella le ocurra lo mismo.
Afirmaciones como ésta, carentes de fundamento (hay muchos factores que determinan un parto y nunca hay dos iguales, ni siquiera en una misma mujer) crean más angustia y desasosiego en la embarazada.
La primera recomendación es que la mujer que espera un hijo atienda solamente a los consejos de su ginecólogo. Pero para adelantar el trabajo, puede empezar a tomar nota de esta serie de verdades y mentiras sobre el embarazo.

Falsos mitos

Para empezar, el embarazo no dura nueve meses sino 40 semanas aproximadamente. Lo normal es que el parto tenga lugar entre la semana 37 y 42, depende del estado de la placenta, el momento exacto de la fecundación, los cambios hormonales o el estado físico de la madre. Durante este tiempo es normal que la embarazada sienta antojos. Sus gustos pueden variar y su sensibilidad a flor de piel puede hacer que sienta una atracción repentina hacia ciertos alimentos.


No hay motivos de alarma: La embarazada puede satisfacer sus caprichos sin que a su hijo le salgan manchas en la piel. Las pigmentaciones marrones con las que nacen algunos bebes se deben simplemente a una mayor concentración de melanina en la zona.


Teñirse el pelo durante el embarazo tampoco influye en el feto, aunque es más recomendable hacerlo con productos naturales porque la piel está más sensible y puede irritarse.


Uno de los temas más afectados por las habladurías en el embarazo son las relaciones sexuales. Estar embarazada no es ningún impedimento para hacer el amor con la pareja.
El bebé no se verá dañado al estar protegido por el líquido amniótico y por la mucosidad del cuello del útero que impide la entrada de bacterias. Eso sí, en las dos últimas semanas de gestación no conviene practicar el sexo porque aumenta el riesgo de rotura de la bolsa amniótica.


Otro placer, el de la comida, no tiene que incrementarse durante el embarazo a pesar de que nos digan que hay que comer por dos. La calidad está por encima de la cantidad, la embarazada sólo necesita una alimentación sana y equilibrada

Verdades sorprendentes


Precisamente en torno a la dieta ideal de las embarazadas hay estudios recientes que han dado resultados de lo más curiosos. La mayoría vienen de Reino Unido, como el que dice que comer pescado al final del embarazo aumenta el tamaño del bebé.
La clave está en uno de sus componentes, los ácidos grasos Omega 3, que contribuyen a aumentar el flujo sanguíneo hacia la placenta, haciendo que el feto reciba una mayor cantidad de alimentos que ingiere la madre.


Otro buen aliado de las embarazadas es el chocolate. Según otro estudio inglés, al tomarlo la mujer dará luz a niños más activos, felices y sonrientes. Para los científicos esto se debe a que los bebés reciben en el útero la sensación de placer que provocan ciertos productos químicos que contiene el chocolate.
Por el contrario, las vitaminas pueden aumentar las complicaciones del embarazo. También se han dado cuenta de ello expertos británicos, que han advertido de que dosis elevadas de vitaminas C y E producen tensión sanguínea alta e hinchazón en las piernas.


Por supuesto, el tabaco y el alcohol perjudican a las embarazadas incluso antes de estarlo... A una fumadora le cuesta el doble de tiempo quedarse embarazada. Luego, continuar con estos hábitos aunque sea a pequeña escala puede tener consecuencias fatales: Tan sólo una caña de cerveza al día en las primeras semanas de gestación causa alteraciones en el feto, y si fuma durante el embarazo corre el riesgo de que sus hijos muestren comportamientos antisociales.


La obesidad, la edad y un empleo estresante también son factores de riesgo en las embarazadas. De hecho, un centro médico de Holanda recomienda que las gestantes trabajen como mucho 24 horas a la semana. Y aunque en principio existe la misma posibilidad de tener niño o niña, un estudio ha comprobado que cuanto más tarde se quede embarazada más fácil es parir un varón. ¿La razón? el cromosoma masculino y se implanta con más facilidad en un útero con condiciones duras.

Hasta la próxima mis queridas amigas…///

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