Todo Acerca de la Inapetencia en los bebés…

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El bebé inapetente es aquel que no quiere ningún alimento, no existe preparación que le guste y sólo consume leche o papilla. A continuación se ha recopilado cierta información sobre este tema tan importante para los padres…

En general estas situaciones son un común denominador en las mamás que trabajan o no están en casa en los momentos de la comida. Es en esta situación cuando se debe ayudar en primera instancia a la mamá para que pueda explicar a la persona que está a cargo del niño, la cantidad adecuada que se le debe dar y la combinación de alimentos correcta.

Un bebé no es un adulto y a pesar de que consuma una variedad importante de alimentos, los volúmenes que ingiere están lejos de ser los de una persona mayor. Por esta razón se debe tener paciencia y entender que, hay días que comerá más y otros que comerá menos ya que no siempre tendrá el mismo apetito.

A continuación le daremos algunos consejos para que los bebés inapetentes puedan aceptar mejor su comidas.

  • Hay comidas que al bebé le gustan más y otras que rechaza, por eso debe probar darle cantidades pequeñas de alimentos variados, evitando realizar mezclas irreconocibles a su paladar. El bebé debe aprender a degustar su comida de a una y con la preferencia de sabores, que de esta forma reconocerás, se sumará la cantidad de comida ingerida.
  • Condimentación de comidas:La condimentación es relevante para que la comida pueda ser mejor aceptada. El apetito de un bebé, tanto como el del adulto se estimula a partir de los olores, por eso es importante una buena condimentación. Recuerde que es sólo un bebé y por esta razón deben ser sabores suaves pero gustosos. Puede usar todos los condimentos aromáticos como laurel, tomillo o nuez moscada. También puede aderezar con poca sal y con aceite (mezcla o maíz). Los quesos son una buena opción para derretir sobre los purés o verduras ya que son un buen alimento y gustan en general a todos los bebés.
  • La comida y el postre: Es sumamente importante el tiempo entre la comida y el postre. Lo correcto es dejar pasar unos 10 ó 15 minutos entre los mismos para que pueda cambiar el sabor y degustar lo que se le está dando.

 

Evaluación diaria de alimentación

Repase diariamente lo que comió y verá que su ingesta es buena. Tal vez lo realice en forma fraccionada comiendo varias veces por día y no necesariamente en grandes volúmenes. Recuerde que a la hora de comer es bueno saber si el bebé no me come o si no quiere ver lo que come. Es un bebé y debe comer como tal.

Si su hijo come poco y de mala gana, y tiene miedo de que no se desarrolle con normalidad, lo primero que tiene que hacer es consultar al pediatra, quien establecerá si su hijo está creciendo adecuadamente de acuerdo con su edad.

Las primeras manifestaciones de la inapetencia pueden presentarse, en algunos casos, en los primeros meses de vida, estando más relacionadas con una enfermedad que esté padeciendo el bebé. Entre esas enfermedades las que, normalmente, generan inapetencia son: gripe, infecciones respiratorias, diarrea, reflujo gastroesofágico, alergias e intolerancias alimentarias y acidosis tubular renal. Cuando el niño está enfermo, en ocasiones la saliva pudiera cambiar por el proceso de la enfermedad, así como por las medicinas que está recibiendo, frente a lo cual es explicable que el sentido del gusto se afecte y rechace alimentos que antes le encantaban.

Una vez que se ha descartado algún problema de salud y se observa que persiste la apatía hacia el acto de comer, los padres y familiares se angustian y comienzan a caer en errores que, al pasar el tiempo, incrementan el problema inicial.

Existen muchas razones para que los niños dejen de comer más allá de que padezcan de alguna enfermedad. Entre las principales se encuentran:

  • los Malos hábitos
    La familia, el cuidador o el grupo con el que el bebé vive, no mantienen hábitos adecuados:
    -Desorden en los horarios. Varias cosas para picar entre comidas.
    -No se practican rutinas vinculadas con las comidas.
    -Se ofrecen las comidas en lugares que ayudan a ganar tiempo (en el carro, en los lugares donde hacen actividades extra en la tarde, la plaza y el parque, entre otros).
    -Niños pequeños que se acuestan muy tarde en la noche y no se levantan temprano.
  • Económicas
    -No alcanza el presupuesto para adquirir los alimentos o variar el menú.
    -La madre debe incorporarse al trabajo para contribuir con el presupuesto de la familia o mantener las comodidades materiales que permite su aporte económico.
    -La preocupación por el rendimiento del presupuesto familiar genera angustia en la madre que está lactando, lo que la lleva a omitir la lactancia materna precozmente.
    -La vivienda en la que habita la familia se encuentra en zonas populares que son alejadas de los mercados o automercados, y, por ende, los alimentos se adquieren en bodegas que tienen poca o ninguna posibilidad de diversidad y oferta de alimentos.
    -Poca creatividad en la cocina.
    -Los padres o cuidadores no ofrecen diversidad en la variedad ni en la preparación de los alimentos.
    -La comida del bebé o del niño pequeño se mantiene distinta a la del resto de la familia y consiste, principalmente, en cremas y licuados que parecen fáciles de preparar y de dárselos al bebé, pero que lo aburren rápidamente.
  • Problemas familiares
    - Discusiones frecuentes en el círculo familiar.
    -Problemas de pareja.
    -La angustia de los padres porque el bebé no come lo que ellos desean.
    -Las madres profesionales que se abocan de lleno a su trabajo y se olvidan de su rol insustituible de ser mamá.
    -Ansiedad en el cuidador.
    -Negligencia en el cuidado del niño.

Recomendaciones

  • Se deben pautar y fijar horarios para hacer cinco comidas al día. Tres comidas principales y dos comidas de menor valor calórico intercaladas entre las más importantes.
  • Entre comidas no se puede dar nada, sólo agua. No se debe permitir que el niño cargue un vaso todo el día con líquidos. Paradójicamente, el agua llena y puede evitar que se activen los mecanismos fisiológicos que despiertan el hambre.
  • Cuando el bebé pasa de la lactancia exclusiva a la comida complementaria, se deben instaurar los nuevos horarios. Muchas veces, el destete coincide con el hecho de que la mamá tiene que irse a trabajar. Lo ideal es que la introducción de alimentos se haga progresiva, antes de que la mamá no acompañe al niño en sus comidas.
  • La duración de cada comida no puede exceder media o tres cuartos de hora.
  • Respetar cuando un niño dice que no quiere más. No insistir ni ofrecer premios.
  • Evitar la monotonía, y ampliar la variedad y preparaciones de los alimentos.
  • Llevar al niño al mercado y dejarlo que vea y toque los alimentos. A los más grandes los padres pueden permitirles que escojan algo y que ayuden en su preparación.
  • Se debe inculcar que el desayuno se haga en la casa. Si el niño cenó a las siete u ocho de la noche, y no desayuna antes de salir de su casa, a la hora de la merienda en la escuela el niño tendrá más de 12 horas sin comida. Esto puede hacer que un niño baje su rendimiento, pues se le exige mucho a su organismo para aprender y estar despierto.

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